Hoy la luz de la primera vela de Adviento, comenzamos el Encuentro profundo con la venida de nuestro Salvador a nuestros corazones.
En esta primera semana queremos levantarnos para esperarte preparados, para recibirte con alegría. Muchas sombras nos envuelven. Muchos halagos nos adormecen.
Queremos estar despiertos y vigilantes, porque tú traes la luz más clara, la paz más profunda y la alegría más verdadera. ¡Ven, Señor Jesús!